jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuidado de la Voz

Buscando información para soluciar mi estado disfonico, encontré este interesante artículo de Natalia Herrera Eslava y hoy quiero compartirlo con Uds.

Nosotros dependemos de nuestras voces para informar, persuadir y conectarnos con otras personas. Su voz es tan singular como su huella digital. Muchas personas que usted conoce usan sus voces durante todo el día, todos los días. Cantantes, profesores, doctores, abogados, enfermeras, vendedores y oradores se encuentran entre los que imponen grandes exigencias a sus voces. Lamentablemente, estos individuos son sumamente propensos a experimentar problemas de voz. Se cree que alrededor de 7,5 millones de personas tienen enfermedades o trastornos de la voz. Algunos de estos trastornos pueden evitarse cuidando su voz.

¿Cómo sabe cuándo su voz no está sana?
¿Siente su voz es ronca o áspera?
¿Ha perdido su capacidad de llegar a algunas notas altas al cantar?
¿Cree que de repente su voz se escucha más grave?
¿Siente con frecuencia que su garganta le duele, pica o hace mucho
esfuerzo para hablar?
¿Se ha convertido en un esfuerzo conversar?
¿Despeja reiteradamente su garganta?

Si usted responde que "sí" a cualquiera de estas preguntas, quizá esté experimentando un problema de voz. En este caso, usted debe consultar a un doctor. Un otorrinolaringólogo es el médico y cirujano que se especializa en las enfermedades o los trastornos de los oídos, la nariz y la garganta. Además puede determinar la causa subyacente del problema de su voz. El profesional que puede ayudarle a mejorar el uso de su voz y a evitar los abusos vocales es un fonoaudiólogo.

Pautas para prevenir los problemas de la voz
  • Limite el consumo de bebidas que contienen alcohol o cafeína. Éstos actúan como diuréticos (sustancias que aumentan la necesidad de orinar) y provocan que el cuerpo pierda agua. Esta pérdida de líquido seca la voz. El alcohol también irrita las mucosas que revisten la garganta.
  • Tome mucha agua. Los especialistas recomiendas de seis a ocho vasos diarios.
  • No fume y evite el humo alrededor suyo. El cáncer de los pliegues vocales (vocal folds) se ve con mayor frecuencia en los individuos que fuman.
  • Practique las técnicas correctas de respiración cuando cante o converse. Es importante apoyar su voz con respiraciones profundas del diafragma, la pared que separa el tórax del abdomen. A los cantantes y a los oradores a menudo se les enseñan ejercicios que mejoran el control de la respiración. La "conversación de garganta", sin sostener el aliento, pone una gran presión en la voz.
  • Evite comer alimentos picantes. Éstos pueden causar que el ácido del estómago se mueva hacia la garganta o el esófago (reflujo).

  • Use un humidificador en su hogar. Esto es especialmente importante en el invierno o en los climas secos. Se recomienda treinta por ciento de humedad.
  • Trate de no abusar de su voz. Evite hablar o cantar cuando su voz está afónica (ronca).
  • Lávese las manos a menudo para prevenir los resfriados y la gripe.

  • Incluya abundancia de granos enteros, frutas y hortalizas en su régimen alimenticio. Estos alimentos contienen vitaminas A, E y C. También ayudan a mantener las mucosas que mantienen la garganta saludable.
  • No se "acueste" en el teléfono al conversar. "Acostar" el teléfono entre la cabeza y el hombro durante períodos prolongados puede causar tensión muscular en el cuello.
  • Haga ejercicio regularmente. El ejercicio aumenta el vigor y la tonificación muscular. Esto ayuda a mantener una buena postura y respiración, necesarios para hablar adecuadamente.
  • Descanse. La fatiga física tiene un efecto negativo sobre la voz.
  • Evite conversar en lugares ruidosos. Conversar por encima del ruido, produce tensión en la voz.
  • Evite enjuagues bucales que contengan alcohol o productos químicos irritantes. Si usted desea usar un enjuague con alcohol, limítelo a un enjuague bucal. Si necesita hacer gárgaras, use una solución de agua salada.
  • Evite usar enjuagues bucales para tratar el mal aliento. La halitosis (mal aliento) podría ser el resultado de un problema que el enjuague no puede curar, como las infecciones en la nariz, los senos nasales, las amígdalas, las encías, o los pulmones, así como el reflujo gástrico del estómago.
  • Considere la posibilidad de usar un micrófono. En ambientes relativamente estáticos como en salas de exposición, salas de clases o gimnasios, un micrófono liviano y un sistema de amplificación puede ser de gran ayuda.
  • Considere hacer una terapia de voz. Un fonoaudiólogo especializado en tratar los problemas de la voz puede ofrecerle educación en el uso correcto de la voz e instrucción en las técnicas adecuadas de voz.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Rapport

Rapport (acompasar)

El Rapport (la relación) es uno de los ingredientes imprescindibles para establecer una comunicación efectiva con los demás. Utilizamos la palabra "acompasar" para describir el proceso de acercarnos al modelo del mundo de la otra persona. Este proceso, utilizado de forma intuitiva por muchísimas personas, puede ser aprendido y practicado para mejorar la comunicación

Existen tantas vías diferentes de acompasamiento como experiencias sensoriales seamos capaces de analizar y describir en el proceso de retroalimentar a la otra persona. Estas vías de retroalimentación o de acompasamiento han sido descritas en muchísimos libros de PNL.



Por ejemplo:
* postura corporal, movimientos y gestos.
* frecuencia y profundidad en la respiración.
* tiempo, tonalidad, ritmo y volumen al hablar.
* parpadeo y vias de acceso ocular.
* patrones de lenguaje (visual, auditivo, kinestésico, olfativo y gustativo).

Pero observar al mismo tiempo todos estas vías es un trabajo endemoniado, prácticamente imposible. Por eso es mejor seleccionar una o dos y fijarnos especialmente en ellos para poder copiarlos. Si estás reflejando la postura corporal, la respiración y los gestos, es dificil que puedas también atender a la voz o a los patrones del lenguaje simultáneamente. Por eso es importante la práctica.

Practicando se pueden ir aumentando poco a poco esas vías de acompasamiento hasta llegar al nivel de rapport deseado. 

Si uno de las conductas que quieres acompasar, por ejemplo el parpadeo o la respiración, no son confortables para ti, por el motivo que sea, cambia y busca alguna otra modalidad más adecuada para tu comodidad, un pequeño movimiento del brazo o alguna palabra que repite con más asiduidad.

Dependiendo de cuál sea tu propio sistema de representación del mundo, tu puedes fijarte y acompasar más facilmente unos aspectos que otros. Para personas cuyo sistema de representación sea el Auditivo, copiar el tono de voz, el tirmo o los patrones de lenguaje podría ser mucho más fácil que calibrar la postura corporal o los patrones del parpadeo.

El lenguaje utilizado por una persona conlleva no sólo información sobre el contenido del mensaje pensado, sino también sobre cómo esa persona está procesandolo y qué sistema de representación esta usando en ese momento. Escuchando, oyendo o sintiendo palabras y usando ese mismo sistema representacional para devolverleselo al otro, es otra preciosa forma de acompasar. Si las palabras que tu escuchas no son sensoriales ni visuales, auditivas, kinestésicas, olfativas o gustativas, quiere decir que la otra persona esta utilizando un lenguaje digital.

El lenguaje puede ser copiado de los predicados de la otra persona o de otros indicadores de su sistema de representación interno, las vias de acceso ocular. La descripción de cómo utilizar estas vías la puedes encontrar en muchos de los primeros libros de PNL.

Frecuentemente acompasar las vías de acceso ocular de otras personas con nuestro lenguaje nos hace enriquecer nuestro modelo del mundo, forzándonos a utilizar un lenguaje característico de un sistema que normalmente no utilizamos.

¿Cómo saber que es eficaz lo que estamos haciendo?
Después de haber acompasado una conducta, puedes determinar si estas en rapport simplemente cambiando la conducta y verificando si la otra persona te sigue. Si la otra persona sigue tu nueva conducta quiere decir que estás en rapport. Si no te sigue quiere decir que no estas en rapport. En este caso, vuelve a acompasar su conducta de nuevo.

Existen muchas áreas que se pueden acompasar: emociones, valores y creencias, aspectos culturales (de organización, de país o de región), metaprogramas individuales, procesos de líneas del tiempo... No sólo es beneficioso acompasar para buscar comprensión, sino que con el acompasamiento se consigue también hacer más agradable el propio proceso, tener acceso a nuevas perspectivas del mundo diferentes a las propias, liderar conductas...

Igualmente existen algunas circunstancias en las que es mejor no acompasar. Por ejemplo, cuando la conducta de la otra persona es incómoda para ti, viola alguno de tus principios o cuando el acompasamiento podría crear incomodidad al otro. Por otro lado, también podemos utilizar el no acompasar deliberadamente para poner límites a la otra persona o para acabar una conversación.

Luis Sabbi

domingo, 5 de septiembre de 2010

Perder el miedo a hablar en público (La Nación)

Una buena relajación antes de dar una charla y el grado de conocimiento sobre el tema por exponer son fundamentales para tener éxito en las presentaciones orales


Raquel Saralegui
Para LA NACION

El pánico escénico existe y hace que una presentación que debería ser impecable pueda convertirse en un fracaso. Pero la buena noticia es que es normal sentirlo antes de una presentación, y que puede superarse.

Un cantante del nivel de Luciano Pavarotti, ¿podía temerle al escenario? Así contestó el inolvidable tenor a LA NACION en una entrevista publicada en 2003: "Absolutamente. Yo lo siento siempre y cada vez que debo entrar en escena. Hace ya 41 años que conozco y siento ese miedo".

Es un temor del que, en general, no escapan profesionales y ejecutivos que, ante presentaciones orales, deben enfrentarse a públicos acaso menos devotos de los que seguían al cantante italiano. Manos que transpiran, el corazón que golpea fuerte, sequedad en la boca, el estómago como piedra. Momentos antes de poner el cuerpo y la voz ante un auditorio, el temor suele aparecer. Como antes de entrar a dar un examen.

"El miedo oratorio es uno de los más frecuentes, por temor a sentirse juzgado o a olvidarse de algún tema. Pero hay varias técnicas para ganar confianza. Un punto fundamental es que las personas puedan divertirse. Cuando uno disfruta de lo que está haciendo, se concentra absolutamente y se olvida si el otro lo está juzgando", dice María Elena Mejuto, profesora del curso "Presentaciones orales efectivas", del instituto IDEA.

Claro que también puede funcionar como una luz de alerta. "El miedo no es malo, es natural, saludable. Es el miedo a asumir un compromiso. Pero para hablar en público hay que sacarlo del medio. Lo recomendable es pensar en positivo, organizar el tema, practicar la exposición y concentrarse en la audiencia", destaca Norberto Malatesta, vicepresidente de la Academia Privada de Oratoria Contemporánea (APOC), jefe de Leader Consulting y profesor de Oratoria en las universidades Tecnológica Nacional (UTN) y de Palermo (UP). Subraya la importancia de mostrarse seguro y confiado: "En oratoria no basta con tener un buen contenido de lo que se quiere decir. El cómo es tan importante como el qué se dice".

Más allá de la facilidad innata que cada uno tenga, la habilidad de transmitir ideas y contagiar emociones a un auditorio, indispensable sobre todo para los líderes, es un arte que, según los consultados, cualquier persona puede desarrollar mediante las técnicas adecuadas. "Todos podemos exponernos ante otros, así como todos podemos actuar", expresa María Ahuad, profesora del programa Técnicas Teatrales para la Exposición en Público, de IDEA. "Para eso es necesario conocerse, adquirir herramientas y entrenarse. El objetivo es que el orador pueda disfrutar. Como el actor que antes de salir a escena siente la adrenalina y un estado de nerviosismo, pero que al subir al escenario se relaja y disfruta de lo que está haciendo. El hecho de exponerse a los demás es muy lindo, como el teatro, es un acto de comunicación".

Para ayudar a los eventuales expositores, los expertos proporcionan algunas técnicas.
Tener claro el objetivo de la presentación. "Hay que organizar y jerarquizar la información de acuerdo con ese objetivo", sugiere Mejuto.

Pensar en el fondo y la forma de la presentación, no sólo en lo que se va a decir, sino en cómo se va a decir. "No pensar en palabras, pensar en ideas. Nunca leer ni aprender de memoria la conferencia. A solas, leerla varias veces y practicarla, practicarla, practicarla", agrega.
Si bueno y breve... El discurso debe ser claro, concreto, rico en lenguaje, emotivo, evocar anécdotas, experiencias personales y contar con evidencias confiables.

No abusar de los apoyos audiovisuales, que si bien sirven como hoja de ruta para el orador y ayudan a anclar las ideas en el público, también pueden abrumar si se usan de manera excesiva. Lo aconsejable: gráficos sencillos y fáciles de comprender, ilustraciones solo sobre los puntos clave del tema y fotos cuando la imagen sea impactante.

Adecuar la presentación a las distintas audiencias, aunque el tema sea el mismo.
MINUTOS PREVIOS

Ante el miedo de Pavarotti, desde su experiencia teatral, Ahuad propone, si las circunstancias son propicias, tomarse unos minutos para concentrarse, aflojar el cuerpo, respirar profundamente "y, antes de salir, volver a armar un personaje".
"Hay gente a la que también le sirve oír música, ver fotos de la familia o ejercitar con las famosas pelotitas rompenervios", ejemplifica.

Además de estar muy seguro de lo que se va a hablar y de tener confianza en uno mismo, Mejuto recomienda poner en práctica alguna técnica de relajación y de calentamiento de las cuerdas vocales. Una experiencia personal de esta profesora con formación artística: "Cuando estoy muy nerviosa, me focalizo al ciento por ciento en lo que estoy haciendo. Y después, a la arena, a torear".

EN ESCENA
"Los primeros minutos son fundamentales para dar una buena impresión", dice Malatesta, y también da algunas recomendaciones.

Mirar al público con amabilidad durante 20 segundos para atraer la atención, sonreír y comenzar a hablar pausadamente con voz clara.

Usar un lenguaje claro, evitar términos técnicos y muletillas.

No olvidarse de la comunicación corporal: nunca rascarse la nariz, cruzarse de brazos, frotarse
las manos, cerrar los puños. Mire siempre a la audiencia. Deje las manos sueltas al costado del cuerpo, que se irán moviendo solas a medida que uno habla.

Silencios: las pausas bien hechas en los momentos justos.

No dé la espalda ni se quede mirando la pantalla en caso de usar apoyos visuales.

Ante comentarios incómodos o en desacuerdo, responda con calma y cortesía. Una fórmula: "Sí, pero..." y se refuerza la exposición. Otra: "Estoy parcialmente de acuerdo con usted". Y ante imprevistos técnicos, mencionarlos, si se puede con humor, y seguir hablando.

Cuidado con los chistes. No todas las personas tienen el don de ser graciosas; por lo tanto, utilizar deliberadamente el humor puede ser un arma de doble filo. Si surge espontáneamente, puede ser un punto a favor, pero si es forzado, puede causar una muy mala impresión.
Y siempre ser auténtico. Mostrarse como uno es, sin tratar de imitar a nadie.